miércoles, 25 de agosto de 2010

CORAJE


Hace falta coraje, te digo

para hacerlo de nuevo

me sobra coraje

decis vos

y te conozco, hermano tanto

que no hace falta explicarlo


con el corazón en la mano

río y río tu audacia

y pienso

no estaría mal

un poco de audacia contagiosa

para los que tenemos

mucho amor

y poco coraje.
(a mi amigo/hermano que esta de bodas)


viernes, 13 de agosto de 2010

El MUERTITO


Camino las cuadras hasta su casa como todos los días, el muertito atrás, atado a su espalda.

Revolvió las esquinas a ver si encontraba algo para llevar a su casa, para comer, para vender por monedas.

Se agacho en cada bolsa siempre con el muertito a la espalda. así lo llamaba ella, cariñosamente, porque el niño nunca se movía ni se quejaba de su destino. siempre atadito a su espalda.

Cruzó las fronteras de la autopista que separaban las luces de la gran ciudad de su barrio del suburbio.

El muertito a la espalda se acomodó un poco para pelearle al frío.

Ella pensó, tengo leche para el niño, mañana se verá, y entro a su casa por la cortina de arpillera.

Encendió un fuego para sentirse tibia, revisó los escasos víveres y puso a calentar agua para un caldo, amamantó al niño y lo durmió antes que llegara el hombre.

Sintió los pasos de él cruzando la zanja. lo recordó en el pasado, altivo, montuno, con esperanzas. La pobreza y el maltrato de la ciudad hicieron lo suyo , pensó. Un insulto y las palabras empastadas no anunciaban nada bueno.

""¿Qué hacés che?",fue el saludo.

"Un caldo, querés?", le respondió mientas atizaba el fueguito.

"Yo agua sucia no tomo", le respondió el hombre.

Agrego unos fideos de mañana y una galleta reservada para el desayuno para conformarlo.

Comieron en silencio, el niño dormido.

Se acostaron cerca para paliar el frío, a ella los huesos le dolían fuerte de tanto andar con el muertito colgado a su espalda.

"¿Qué juntaste? ", escuchó mientras resistía la embestida del hombre que una vez fue su compañero de desventuras hasta que lo perdió el vino y la vida.

"Poco", contestó ella.

Mantuvo el fuego encendido por el niño hasta que la venció el cansancio.

Se despertó con las primeras luces, el hombre todavía dormía su borrachera.

El fuego apagado hacía hielo del aire.

Se acordó de la panadera de al avenida, ésa que le daba ropita para el niño y una vez le dijo, "Porqué no te venís , aca trabajo sobra, atrás del horno hay una piecita, el niño no es problema".

Detrás del horno debe estar calentito.

Se acercó al muertito, el niño ya despierto la miraba fijo, los ojos negros clavados en los ojos negros de ella.

"Te llamás Salvador", le dijo al levantarlo, y arropándolo le susurró al oído, "y hoy de acá nos vamos."

miércoles, 11 de agosto de 2010

RUEGOS


No pido para mí los imposibles

tan solo pido

el canto de una sirena

el renacer de mis muertos

lluvias de trigo en la puna

rios de té verde tibio

alas de mariposa a mis espaldas

mi nariz en el extremo de aquel pino

caminar a gusto por el tiempo

las puras verdades

y la paz del alma.

lunes, 9 de agosto de 2010

Esa madrugada


Llenando de colores la mañana

se atreve a comenzar la primavera

que hago yo

tan gris

y tan ausente

tan vestida de negro

sin perfume

que hago yo

acá sola y contemplando

pasar cada segundo

cada nube

porque será

que un pájaro

insolente

picotea mi ventana en la mañana

yo olvido lo que tengo

y me resisto

a vestirme de colores

y de alas

me quedo quieta

esperando otra mañana

donde el pájaro

sea yo

esa madrugada.