de pequeña eran tus ojos
azabache en la mirada
con dos trenzas renegridas
blanca y redonda tu cara
las mejillas de pimiento
dientes de perlas bordadas
tu espalda se fue encorvando
en cada vuelta de arada
las manos encallecidas
por los leños que quemabas
y tu sonrisa es ahora
marlo de choclo , dorada.
con el tiempo se marcaron trazos hondos en tu cara
cada línea va mostrando los surcos que hizo tu pala
tu piel se hizo color tierra, la misma de tu morada
y se amansaron tus ojos de tanto cuidar tus llamas
tu piel huele a lanolina, a humo, y paja cortada
y ahora tienen tus trenzas líneas de plata enredadas
no hubo sombrero que cubra
tu piel curtida y bonceada.
y para que se te distinga
al caminar las picadas
te vestis de mil colores
poque de tierra es tu cara.
y mientras pasan los años
señora de la baguala
se te llenan las pupilas de celeste madrugada
como si fueran de agüita, será que ya no ves nada?
me pregunto que mirabas
abuela de la quebrada.
azabache en la mirada
con dos trenzas renegridas
blanca y redonda tu cara
las mejillas de pimiento
dientes de perlas bordadas
tu espalda se fue encorvando
en cada vuelta de arada
las manos encallecidas
por los leños que quemabas
y tu sonrisa es ahora
marlo de choclo , dorada.
con el tiempo se marcaron trazos hondos en tu cara
cada línea va mostrando los surcos que hizo tu pala
tu piel se hizo color tierra, la misma de tu morada
y se amansaron tus ojos de tanto cuidar tus llamas
tu piel huele a lanolina, a humo, y paja cortada
y ahora tienen tus trenzas líneas de plata enredadas
no hubo sombrero que cubra
tu piel curtida y bonceada.
y para que se te distinga
al caminar las picadas
te vestis de mil colores
poque de tierra es tu cara.
y mientras pasan los años
señora de la baguala
se te llenan las pupilas de celeste madrugada
como si fueran de agüita, será que ya no ves nada?
me pregunto que mirabas
abuela de la quebrada.
silencio soledad no llueve mas
ResponderEliminaralto haiku
ResponderEliminar