martes, 30 de marzo de 2010

Corazón de desierto




Hay gente que tiene por dentro selvas tupidas, exuberantes, húmedas ,
vergeles llenos de orquídeas de perfumes penetrantes, aromas dulces, chillidos de pájaros.
Yo en cambio tengo alma de desierto, arena lisa, silencio hondo, horizonte infinito de matas oscuras, dónde espinosos arbustos dan su savia a las cabras que el cóndor sobrevuela.
Pero cada tanto, de los espinosos cardos surge una gota de sangre, y desafiante transformo lo árido en primavera.
Y ahí, en ese páramo mudo , mi corazón late al ritmo de la flor que crece rompiendo el silencio.

1 comentario: